Es complicado expresar todos los sentimientos que he sentido durante el viaje, miedo al embarcar en esta aventura, también soledad al principio, tristeza por esos primeros días a -8° en los que no se puede salir de casa. Pero en que ves lo que el país te ofrece cambia radicalmente esos sentimientos, un país con muchísima historia, ciudades que descubrir, mucho por visitar, fiesta y sobre todo experiencias.
Todo comienza en la ciudad Wrocław, una ciudad parecida a Zaragoza, muy joven y con muchos erasmus, ahí tenía mis prácticas en un taller.
Sobre el día a día, decir que había fiesta todos los días, muchas actividades como disparar metralletas, ir a saltar sobre camas elásticas, bares muy baratos, barbacoa en los parques y muchos rincones para visitar. Es una ciudad bonita a la cual le he cogido un especial cariño.
Durante los findes aprovechaba para visitar ciudades dentro del país, a veces acompañado y otras solo, cogía un bus o avión y me iba. Cada ciudad es un mundo, algunas quedaron intactas durante la guerra, otras en cambio arrasadas. Conocí a gente divertida y simpática durante esos viajes que me guiaron por la ciudad, me enseñaron sus rinconcitos y me trataron genial, les mando un saludo a todos ellos que estarán leyendo esto.
Respecto a mis experiencias personales solo decir que estoy encantado, que es una experiencia única, que creo que me ha marcado, me ha ayudado a ver el mundo diferente y a perder el miedo a la aventura.
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