viernes, 5 de julio de 2019

Mi experiencia comenzó el 15 de marzo cuando por la tarde salí de utebo rumbo a Barcelona en coche. Elegí ir con mi propio coche en barco por el precio, la libertad de tenerlo y por la aventura.
Embarque a las 2 de la madrugada por coincidencia con los alumnos de nuestro Instituto que iban de viaje de estudios a Italia.


El viaje fue entretenido y a las 10 de la noche del día siguiente llegamos a puerto. Del puerto de civitavecchia partí hacia mi destino final, Arezzo una pequeña ciudad etrusca con 100 mil habitantes.
Tras los primeros días con una buena cantidad de problemas he imprevistos con la agencia intermediaria de Italia respecto al trabajo y alojamiento comencé a trabajar en un hotel del centro. 
 El recibimiento fue genial y la dueña del hotel se aseguró que aprendiera de cada aspecto de la organización y trabajo del hotel. Desde la administración y la logística hasta la publicidad, gestión de la cocina y el bar, relaciones públicas y trámites bancarios. No fue fácil especialmente con la adaptación al idioma, pero el apoyo y la guía de mi tutora de prácticas fue inmejorable. Consiguiendo que aprendiera.

Arezzo es una ciudad pequeña, se puede ir andando a cualquier parte, tiene muchas cosas que ver para su tamaño como Iglesias y el anfiteatro. Por orientación de mi tutora visite los mejores sitios para comer y heladerías. Y mereció la pena



Fuera de arezzo fuimos de turismo a Bolonia, a todos los museos del motor que se concentran en esa zona. Ferrari, lamborghini y ducati.
También aprovechando que hacía los viajes en coche pude ver bien los pueblos de la toscana y la costa en los trayectos, unas rutas dignas de ver.




En resumen la experiencia mece la pena sin duda aunque recomiendo asegurarse de tener todo bien atado para evitar problemas en un país extrangero.

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